sábado, 25 de julio de 2015

Tráeme.



Tráeme 
el agua que bebí de tu boca,
el viento que perfumó mis cabellos.
La lluvia que desnudó nuestros cuerpos
sobre la tierra, que nos deshizo en besos .
Y recuérdame,
que más allá del bosque encantado,
junto a la ermita de la Esperanza.
Esa, nuestra luna blanca y redonda 
que reinó en el oscuro velo celeste
sin dejar de tintinear sobre las aguas,
prendió en conversaciones conversas
el cóncavo del abrazo en nuestro amor . 

Tesa 7 2015

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