domingo, 27 de enero de 2008

Teresa. Entre andares.

Como voy entrando en tu cuerpo
voy dejando de escuchar en otros
mis propias naderías.
No pesan tanto las telenovelas
como el amor que siento
al contacto con tu piel.

Cierro los oídos
a las voces oscuras
del deseo mundano.
Mis labios,
a los oídos obtusos
del que ni entra ni sale.
A los que viven guardando en la cueva
los secretos del espíritu.
Y mueren viejos.

Cierro mis manos cuando palpo y amarro
la parte más hermosa de mi vida.
Donde pierdo el sentido y me desvanezco.
Donde vuela tan lejos mi pensamiento
que siento liberada el alma. .

A veces soy tan yo misma que no deseo regresar
y tengo que construir de nuevo un camino hacia mi cuarto
para dar testimonio de que también existe tu voz en mi palabra.

...

27-1-08

2 comentarios:

Maria Verónica dijo...

"A veces soy tan yo misma que no deseo regresar
y tengo que construir de nuevo un camino hacia mi cuarto
para dar testimonio de que también existe tu voz en mi palabra".

...

¡MAGISTRAL!
Me encantó, amiga.
Besos.

Anónimo dijo...

"Cierro mis manos cuando palpo y amarro la parte más hermosa de mi vida".
Con trocitos de tus palabras se puede describir algo bien hermoso, yo también te añadiré a mi blog, vale? son preciosas las imágenes y las letras de tu página, te felicito, un saludete!