domingo, 20 de enero de 2008

Teresa. Me arrancaron de tu vientre ad líbitum.



Me arrancaron de tu vientre
y no llegué a sentirme parida.

Para tus ojos fueron mis carnes
solo mejillas amanecidas del verde.
Se te olvidó que mucho antes, en la gestación de tu sol
estas manos no sembraron reproches
ni en los adentros de tu piel ni en el presente de tu paisaje.

Hoy que soy roja como la manzana
y amarilla caminando entre las calles
siento los gusanos correr por mis venas.
...
15-10-06

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