sábado, 25 de junio de 2011

De Juno a Júpiter.

Trajera a Juno su amante esposo
la noche clara en un pañuelo,
sedas celestes surcado el cielo
que por amor vistiera airoso.

Peinado al viento, el díos brioso,
pone en sus manos dicho desvelo,
tromba y resaca, cuerpos a duelo
templando el vivo metal fogoso.

La diosa madre queda fundida
sobre la misma roca costera.
Júpiter reina en todo su olimpo.

La mar en calma, clama y serena,
la blanca luna prende en sus brazos
que el mismo dios le profiriera.


aseret 611

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